Concha Ruiz Liáñez tiene una extensa trayectoria al frente de la gerencia de FresLucena, una cooperativa integrada en Onubafruit, dedicada a la producción y comercialización de frutos rojos, conocida por su mayoritaria presencia femenina. En los inicios de la cooperativa, con sede en Lucena del Puerto (Huelva), la presencia de una mujer como gerente era poco común en la zona, pero a lo largo del tiempo ha habido un cambio en esta tendencia.

Concha asumió el rol de gerente desde la constitución de Freslucena en 1999, desempeñando diversas funciones que abarcaban desde la administración hasta la comercialización. A lo largo de los años se ha convertido en una referencia para otras mujeres que buscan dar el paso hacia roles de liderazgo en el sector agroalimentario. En esta entrevista, Concha comparte su experiencia de liderazgo, tesón y representación en el sector.
Concha, ¿cómo fueron tus comienzos en Freslucena?
Mi trayectoria en Freslucena comenzó en 1999, año en que la cooperativa fue constituida. En aquel entonces, un grupo de socios con lazos familiares y de amistad se unieron y contactaron conmigo para que ejerciera la labor de gerente de la cooperativa, un puesto poco común para una mujer en aquel tiempo. Esta figura de gerente se asemejaba más a la de un encargado o encargada. Realizaba labores de administración, comercialización, y otras tareas relacionadas… un poco de todo. Era la persona encargada de coordinar la empresa.
¿Cuántos socios forman Freslucena?
Tenemos 10 socios productores de fresa, principalmente, además de frambuesa y mora. Producimos frutas de alta calidad, cuidando la excelencia en cada paso del proceso, desde la siembra a la comercialización.
La evolución de Freslucena ha estado ligada a su figura como gerente. ¿Qué destacaría de su experiencia como mujer en un puesto directivo y de la presencia femenina en la empresa?
Al principio no teníamos ni apoyo técnico, contábamos con empresas externas o autónomos para determinados trabajos para la campaña. Con los años, la cooperativa fue evolucionando, profesionalizándose cada vez más. Hoy tenemos hombres en cargos importantes como jefe o encargado de almacén, jefes de mantenimiento y en el departamento técnico. En la parte administrativa, pues hay más mujeres que hombres. Mi experiencia en Freslucena ha sido enriquecedora y me ha permitido crecer profesionalmente.
Freslucena forma parte de Onubafruit. ¿Se ha sentido respaldada en su trabajo de gerente como miembro de esta cooperativa de segundo grado?
En Onubafruit, todos nos sentimos parte de un mismo equipo y recibimos un trato directo y personal con cada uno de los gerentes. He sentido un gran apoyo y respaldo en esta agrupación de cooperativas. Aunque por ser mujer pueda recibir un trato más cercano y afectuoso en lo personal, a nivel profesional todos somos representantes de la empresa y recibimos reconocimientos de manera equitativa. En momentos de problemas o proyectos que requieren un esfuerzo extra, también se nos trata de manera igualitaria.
Esta igualdad y buen ambiente favorece la consecución de objetivos comunes…
Por supuesto, al fin y al cabo, todos representamos y defendemos lo mejor para nuestras cooperativas y agricultores. Es importante tener un trato cercano, casi familiar para lograr los objetivos comunes.
¿Y cómo puede desde la gerencia fomentar que más mujeres den ese paso de estar al frente de las explotaciones?
Siempre estoy dispuesta a animar a aquellas personas, mujeres y hombres, que tienen espíritu emprendedor e iniciativa. Si alguien quiere dar ese paso y desarrollar su propia empresa, por supuesto que lo alentaría, ya que esto depende más de la persona que de su género. Desde las cooperativas y organismos debemos apoyar esta iniciativa sin distinciones, ya se trate de mujeres u hombres. La igualdad debe ser real, siempre apoyando la profesionalidad, el conocimiento y la experiencia.
Es una referencia para otras mujeres que decidan dar el paso y alcanzar puestos directivos en empresas. ¿Cree que pueden sentirse identificadas con su experiencia?
Creo que pueden ver mi experiencia como una referencia. En el medio rural, las mujeres deben competir como profesionales, además de enfrentarse a dificultades debido a la arraigada idea de la madre trabajadora. A mí personalmente me ha tocado vivir esta dualidad de ser profesional y madre en un contexto donde la responsabilidad social de la mujer en la familia sigue siendo preponderante.
Concha, ¿ha tenido dificultades para conciliar tu vida personal y profesional?
En mi caso, tanto mi esposo como mis hijos han visto con normalidad la responsabilidad que conlleva un puesto de gerente de una empresa. Creo que lo importante es que tengamos las mismas oportunidades de desarrollarnos hombres y mujeres. Hay que buscar la verdadera equidad entre mujeres y hombres.
Como ejemplo de liderazgo femenino en el sector agrícola, la gerente de Freslucena reafirma la importancia de seguir trabajando en la igualdad de oportunidades, contribuyendo así al crecimiento y desarrollo de la comunidad y del sector en su conjunto. Es un camino en el que nos involucramos de manera activa desde MujerAgro y Siete Agromarketing.