Hoy en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, queremos compartir el comunicado de MUJERES FEDEPE.
El 25 de noviembre recordamos que la violencia contra las mujeres sigue siendo una de las mayores vulneraciones de derechos humanos en Europa y en España. No es un problema aislado. Atraviesa hogares, comunidades y también entornos laborales. Y afecta de forma directa a la salud, al bienestar y a las oportunidades profesionales de millones de mujeres.
En el trabajo, el acoso sexual continúa siendo una realidad demasiado invisibilizada. La encuesta realizada en la Unión Europea sobre violencia contra las mujeres, elaborada por Eurostat, la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales (FRA) y el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), revela que alrededor del 31 por ciento de las mujeres trabajadoras en la UE ha sufrido acoso sexual. Entre las jóvenes de 18 a 29 años la cifra asciende al 42 por ciento.
En España, los datos de la encuesta específica sobre acoso sexual en el trabajo muestran que el 28,4 por ciento de las mujeres que han trabajado alguna vez han sufrido acoso sexual en su vida laboral. Entre las más jóvenes, de 18 a 29 años, la prevalencia supera el 43 por ciento. Esto supone más de 1,4 millones de mujeres en España
Se trata de porcentajes que confirman la gravedad del problema y su impacto estructural en las trayectorias profesionales de las mujeres.
Las consecuencias dañan la vida y la carrera profesional. Depresión, ansiedad, estrés postraumático o problemas de sueño se suman a un impacto económico que pesa sobre empresas y países. Los riesgos psicosociales, incluido el acoso sexual, generan una carga enorme para la Unión Europea.
La Comisión Europea estimó en 2013 un coste de 617.000 millones de euros anuales, con 273.000 millones asociados al absentismo y al presentismo, y 242.000 millones a pérdida de productividad. Aunque estas cifras abarcan el conjunto de riesgos psicosociales, ayudan a entender la magnitud del problema.
Violencia económica
A esta realidad se suma una forma de violencia que aún pasa desapercibida: la violencia económica. Según datos recientes, afecta al 12 por ciento de las mujeres en España. Supone control del dinero, impedimentos para trabajar o endeudamiento forzado. Es otra expresión de desigualdad que limita la autonomía y aumenta la vulnerabilidad.
Los asesinatos, la expresión más cruel de la violencia hacia las mujeres
La violencia machista muestra su cara más extrema en los asesinatos. Desde 2003, 1.333 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España. Solo en 2025 se han registrado ya 38 víctimas. No son cifras. Son vidas truncadas.
El ámbito laboral es determinante. Las mujeres que trabajan lideran y gestionan equipos deben poder hacerlo en entornos seguros. La violencia de género y el acoso en el trabajo frenan carreras, castigan el talento y agrandan la desigualdad. Por eso reclamamos medidas firmes. Protocolos claros. Formación. Y organizaciones que garanticen entornos donde cada mujer se sienta protegida, escuchada y respetada.
FEDEPE mantiene su compromiso firme con la igualdad y la erradicación de cualquier forma de violencia que afecte a la vida y al desarrollo profesional de las mujeres. Seguimos trabajando con empresas, instituciones y agentes sociales para impulsar medidas que garanticen el respeto, la integridad y la igualdad de oportunidades. Es un requisito para el progreso y la competitividad del país.
